Ella es aquella mujer que se encargara de la ternura, del amor, de la paz, de la comprensión, de alegría, de la infancia, de los adultos mayores, de la juventud; esa que se dedica en tiempo real, a la sensibilidad social, para que los sampableros retomen el rumbo de una sociedad sólida.
Ella es, Tania Ávila Rivera, una gestora, con corazón sensible, dedicada a lo que es, servir a la población más vulnerables, porque evoca, ser una servidora de vocación. El alcalde, Jair Acevedo Cavadia, contó con la fortuna de tener una compañera que ame a su gente y luche por la igualdad y equidad de las mujeres; comprometida con el arraigo ancestral del territorio, donde se edifica una sociedad fundamentada en principios de convivencias y que comprendan que esta pequeña aldea global, caben todos.
En el pasado, los gobiernos locales no le daban importancia a la figura de la primera dama; la población carecía de ella; estaba huérfana de las bases del núcleo de las familias, fundamental para mantener una sociedad sana, que ame a su prójimo y que entienda, que entre todos hacemos parte de San Pablo, que amamos.
La gestora social del municipio de San Pablo, Ávila Rivera, llegó a su pueblo para estar cerca de los paisanos, de la gente; desde que inicio del periodo de gobierno de Acevedo Cavadía, tuvo como principio la labor social, realizando inicialmente gestión de más de 2.000 kits escolares para los niños y niñas rurales y urbanos; donde el comercio, la empresa privadas y personas del común, sé vincularon con los trabajos que buscan fortalecer la motricidad de pequeños.
Sus visitas a instituciones educativas, a veredas y corregimientos son fundamentales; el fin llevar alegría y esperanza a los más pequeños, que el pasado fueron parte de la indiferencia gubernamental. ella, sin distingos sociales, consolida la nueva generación que le dará un vuelco a San Pablo de convivencia.
Ha visitado la casa del viejito feliz, llevando consigo actividades y Kist de aseo personal. También ha tenido encuentros con mujeres, motivándolas a la unión, para consolidar la Casa de la Mujer, donde haya un lugar para formarlas y defender sus derechos, buscando la solidaridad entre las mismas. Tania Avila Rivera, ha llegado al SENA, solicitando a las directivas de la institución, cursos para que la población acceda a diferentes ofertas educativas.