El superintendente abordó la cuestión de a dónde irían los afiliados de Sura en caso de que se apruebe el desmonte. Hasta ahora no hay una respuesta clara.
La EPS Sura finalmente solicitó a la Superintendencia Nacional de Salud su retiro voluntario del sistema de salud tras varias advertencias sobre su situación financiera al Gobierno.
Con 5,5 millones de afiliados en todo el país, Sura es la primera EPS en recurrir a esta figura legal, es decir del desmonte progresivo, de acuerdo con Luis Carlos Leal, el superintendente de Salud, quien confirmó que la entidad está verificando que “los documentos presentados por Sura estén en regla” antes de iniciar el proceso de evaluación.
El proceso contempla varios pasos, según explicó Leal al medio citado. Una vez verificados los documentos, la Superintendencia tendrá 30 días hábiles para estudiar la propuesta de desmonte y los documentos anexos. Posteriormente, habrá un periodo de 20 días hábiles para que la Superintendencia retroalimente a Sura “con observaciones o recomendaciones”, las cuales deberán ser subsanadas en otros 20 días hábiles.
Tras este periodo, la Superintendencia dispondrá de 15 días hábiles adicionales para decidir si acepta o rechaza la solicitud, completando un total de 65 días hábiles para el proceso. En ese entonces, “se procedería a aceptar o a negar el desmonte progresivo”.
La propuesta de Sura contempla un desmonte progresivo que se extendería por tres meses. Durante este tiempo, los afiliados serían trasladados gradualmente a otras EPS que puedan asumir su cobertura, dependiendo de su región y municipio. La cuestión es que aún no se sabe cuál sería esa entidad.