Se acaba el primer año en la administración del lápiz, y si bien es cierto Jonathan Estivel Vásquez tiene ahora una investigación, igual es verdad que es el alcalde y debe cumplir su tarea.
Por Milton Ardila | El primer año de esta alcaldía distrital ha dejado luces y sombras para Barrancabermeja. Pero también ha visto algunos cambios importantes que vale la pena mencionarlos.
Porque al final no todo es malo, hay muchas acciones dentro de sus funciones que deben de igual forma mencionarse. Son positivas y ayudan en este clímax nacional de progreso y cambio.
Es por eso, que decidí en mis palabras, luego de observar todo lo que ha pasado en este año administrativo 2024, lo bueno, lo malo y lo feo – dentro de todo lo que ha rodeado la alcaldía de Barrancabermeja.
Lo feo
Sin duda, el mayor reto de esta administración fue recibir una ciudad financieramente quebrada. Después de dos décadas de deudas acumuladas, cualquier acción parecía un grito ahogado en medio de la desesperanza.
Sin dinero, los proyectos estratégicos y desarrollos clave para el avance urbano y económico se vuelven inalcanzables y esta fue la pregunta desde las candidaturas del 2023, ¿Cómo se iban a construir nuevas obras en la ciudad?
El alcalde, aunque valiente o no, le toco asumir este desafío, luego de recibir una herencia difícil de manejar: un déficit financiero y un legado de malas inversiones.
Decisiones anteriores, como la destinación de 60 mil millones de pesos en parques y monumentos a la nada muy mal planificados de puro cemento, aunque visualmente agradables, no aportaron a una economía circular ni resolvieron problemas estructurales como las pésimas condiciones de las vías. ¿De qué sirve un parque bonito si las calles están destruidas?
Un pequeño destello entre la oscuridad fue la implementación de la estrategia llamada “plan de austeridad” que tiene diez pasos. Entre ellos la Iniciativa de «cero papel» que no solo representan un alivio económico, sino también un gesto hacia la sostenibilidad ambiental.
A pesar de ello, queda mucho por recorrer para que Barrancabermeja pueda levantarse con firmeza de este panorama desolador.
Lo malo
La corrupción, esto es es un tema que sigue pesando sobre la percepción de la administración pública. Pues tal parece que el 54% de la población está bajo sospecha según lo que informa el fiscal que lleva el proceso del alcalde.
La desconfianza se ha convertido en una barrera para el progreso político de la ciudad, por esto, según yo es necesario recordar que, según la Declaración Universal de Derechos Humanos y la misma constitución política Colombia de 1991, todos somos inocentes hasta demostrar lo contrario.
Sin embargo, la falta de transparencia y la ausencia de una estrategia efectiva de comunicación han alimentado una narrativa perjudicial tanto a nivel local como nacional e incluso internacional.
Con una cobertura mediática, que, en algunos casos, ha sido más un lastre que un puente hacia el cambio. La insistencia en exponer solo los aspectos negativos ha fomentado una imagen de ciudad corrupta y disfuncional que dificulta el apoyo externo.
Por esta razón es necesario, como ciudadanos y comunicadores, adoptar una postura crítica, pero equilibrada, que permita informar objetivamente sin hundir más a la ciudad que todos amamos -Barrancabermeja – en el juicio público.
Por otra parte, la falta de resultados visibles en la gestión de recursos públicos, combinada con la presión social, hace que los planes presentados no sean suficientes para inspirar confianza y cambiar un poco la imagen que se nos creó, por ello se requiere una ejecución eficaz y un seguimiento continuo para que los ciudadanos puedan observar los frutos de las promesas políticas.
Estoy seguro que todos queremos ver un desarrollo no solo urbano, si no mas social donde todos podamos participar y si, un desarrollo económico. Que sea atractivo para que el empleo, el turismo y las buenas prácticas lleguen al puerto petrolero.
Lo bueno
A pesar de tanta locura y dificultades, hay aspectos que merecen reconocimiento. Por ejemplo: Las Fiestas del Sol fueron un éxito rotundo, mostrando una Barrancabermeja llena de vida y cultura.
Este evento no solo atrajo la atención nacional e internacional, sino que también posicionó a la ciudad como un epicentro cultural, repleto de talento artístico y deportivo.
La recuperación de la Casa de la Cultura marcó otro paso positivo para la ciudad, este espacio, que anteriormente era utilizado de manera inadecuada, ahora representa una oportunidad para que artistas locales y nacionales muestren su talento.
Sin duda, hace falta contar con una infraestructura cultural adecuada, además es esencial para proyectar la identidad barranqueña hacia el resto del país y el mundo, esa misma que nos marca de carácter y espíritu rebelde.
Entonces es ahí que decisiones administrativas tomen más color, como por ejemplo la posible creación de un edificio administrativo que elimine costosos arrendamientos que nada suman a la ciudad. Son estos los pasos acertados hacia una gestión eficiente de los recursos.
La administración actual también ha mostrado interés en desarrollar un terminal de transporte y optimizar espacios existentes, lo que podría representar un avance significativo en términos de urbanismo y economía. Y si, yo sé que la promesa esta desde hace años.
Pero también es cierto que hace años, los poderes no cambiaban y las cosas no se hacían como se viene haciendo. Permitiendo que aquellos que siempre alzaron la voz sean participe de las tareas fundamentales para avanzar.
El compromiso del alcalde de mantenerse firme en medio de las críticas y retos y lo aplaudo. Y quienes conocen algo de mi historia sabrán que hablo desde la experiencia en carne propia.
Ahora yo no me imagino gobernar una ciudad que tiene tantas carencias, eso no es tarea fácil, y aunque no todos los esfuerzos han sido perfectos, se ha visto una intención genuina de mejorar. Y es preciso eso lo que creo se debe resaltar.
Ya lo otro se encargará la justicia de develar si es o no es, si lo hizo o no lo hizo, no llevemos esto a lo mismo que paso con Samper y el proceso ocho mil, no polaricemos.
No digo con esto, que no se debe hacer control y vigilancia, no. Porque de hecho es algo que también se necesita para que las cosas marchen bien, lo que digo es que se debe hacer con altura y responsabilidad, así como se merece representar un buen periodismo.
Amigos, Barrancabermeja hoy por hoy enfrenta desafíos que no pueden ser resueltos por una sola persona ni en un solo periodo administrativo.
Se necesita el compromiso colectivo de ciudadanos, funcionarios y comunicadores para construir un relato positivo y trabajar en soluciones reales.
No se trata de ignorar los problemas, sino de equilibrar la balanza. Mostrar al mundo que Barrancabermeja no solo es un lugar de deudas y corrupción, sino también una ciudad rebelde, llena de fortalezas, cultura, talento y potencial.
Nuestro futuro no se construye con críticas vacías ni con optimismo ingenuo, sino con acciones concretas y una narrativa que inspire confianza y esperanza. Por eso, dejemos de lado los discursos destructivos y enfoquémonos en sacar adelante nuestra ciudad.
Porque Barrancabermeja, con todos sus matices de lo bueno, lo malo y lo feo, merece más que ser reducida a sus sombras; merece brillar con todo su potencial asi como el sol ilumina todos los días estas cálidas tierras.
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*Jefe de redacción de Rio Grande, Defensor de Derechos Humanos, director general de la corporación Cornacoidh.
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