El proyecto ya surtió su trámite en el Congreso y está a la espera de sanción presidencial para ser aplicado en el país durante los 12 meses siguientes.
Las nuevas viviendas de interés social (VIS) e interés prioritario (VIP) tendrán un subsidio de 70% para la conexión y red interna de gas natural. Esto tras la aprobación en Senado del Proyecto de Ley 231 / 2022 que buscaba generar el marco normativo para la entrega de esta ayuda. El proyecto ya surtió su trámite en el Congreso y está a la espera de sanción presidencial para ser aplicado en el país durante los 12 meses siguientes.
El proyecto argumentaba que con este apoyo se pueden mejorar condiciones de vivienda digna y reducir indicadores de pobreza energética.
“Colombia es un país que cuenta con diversas oportunidades para superar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los colombianos. Para ello es indispensable garantizar la accesibilidad a diferentes servicios públicos esenciales, entre ellos, el gas natural”, asegura el texto que fue radicado en la Cámara de Representantes.
De acuerdo con el documento final, los recursos para este subsidio saldrán del Fondo Especial Cuota de Fomento o del Fondo Único de Soluciones Energéticas (Fonenergía). El Gobierno deberá reglamentar el mecanismo para hacer efectivo el subsidio para nuevos hogares.
Ahora bien, con respecto al 30% restante correspondiente a la conexión “se incluirá dentro del valor de la vivienda a financiar por parte de entidad financiera o a pagar directamente por parte del usuario beneficiario”, asegura el proyecto aprobado.
Con respecto al monto que se subsidiará, el Ministerio de Minas y Energía será quien defina cuál es el monto máximo que será sujeto del subsidio y del restante 30% que deberá ser financiado por parte del usuario.
Si bien el documento establece que el subsidio será para viviendas nuevas tanto VIS como VIP también establece que usará como mecanismo de focalización el ingreso per cápita de la familia y el puntaje del Sisbén.
“Esta decisión es una gran noticia para las familias de escasos recursos que adquieran estas nuevas viviendas, ya que podrán acceder a un combustible de bajas emisiones como lo es el Gas LP, comúnmente conocido como GLP o gas propano, que también se distribuye bajo la modalidad de redes domiciliarias”, afirmó Alejandro Martínez Villegas, presidente de la Asociación Colombiana del GLP, Gasnova.
El documento establece que los subsidios no se entregarán directamente a los usuarios, sino que serán dados a los constructores de las viviendas para que sean ellos quienes ejecuten las obras y se entreguen con la vivienda.
La aprobación de este nuevo subsidio en el Congreso se da en el marco de unas cuentas apretadas en la caja de la Nación. De hecho, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció en días pasados que están trabajando en un recorte presupuestal de hasta $20 billones con el fin de equilibrar las cuentas, afectadas por un hueco en el recaudo tributario.
El proyecto de ley asociado con este subsidio no estima cuál sería el costo de la aplicación o sus implicaciones fiscales, aunque reconoce que deberá ajustarse a las metas del Marco Fiscal de Mediano Plazo del Gobierno Nacional.
Durante los próximos días la cartera de Hacienda deberá presentar la actualización de este marco fiscal, a la vez que el Marco de Gasto y el Presupuesto General de la Nación que darán luces sobre los impactos y la apropiación de recursos que se hará para la aplicación de este subsidio.
En la exposición de motivos que se presentó en el Senado de la República, se estima que el costo promedio de la conexión (tramo desde la acometida del distribuidor hasta el precio, incluyendo el medidor) rondaría $1 millón para unidades residenciales de estratos 1 y 2. De igual manera, estimaba que la red interna podría costar otros $1 millón por hogar, dependiendo de las características internas.
Esto sugiere, según dicho documento, que en total el costo podría oscilar entre $1,8 y $2 millones por cada hogar ubicado en estratos 1 y 2.
Para los usuarios esto significaría un pago de hasta $600.000 en total por dicha conexión, con lo que al financiarse dentro del precio de la vivienda a 15 años y una tasa efectiva anual de 20% significaría que los consumidores deberían pagar $10.000 mensuales.
La cartera de Hacienda no ha emitido un documento en el que se detallen los efectos fiscales de la entrada en funcionamiento de dicha medida y en dado caso de dónde saldrían los recursos adicionales que requerirían los Fondos del Ministerio de Minas y Energía para ejecutarlos.
Por el momento, a dicho documento le hace falta la sanción presidencial y la posterior reglamentación del mecanismo por parte de la cartera de Minas y Energía. Martínez celebró el avance del proyecto y sus efectos para la permeación de este servicio en el país.
Vale la pena destacar que esto podría contribuir a disminuir el consumo de combustibles altamente contaminantes, como el carbón, la leña, comsbutibles líquidos y residuos, que hoy usa un 10% de la población colombiana para cocinar.
La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) estima que con el uso de biogas, electricidad, GLP y otros combustibles podría limitarse e incluso eliminarse por completo el uso de los más contaminantes y perjudiciales para la salud de los usuarios.
El presidente de la Asociación Colombiana de GLP señaló que este es un «paso en la dirección correcta», aunque señaló que hacen falta más señales por parte del Gobierno para tener claridad con respecto al papel que tendría este combustible en la transición energética.
Martínez apuntó que con estrategias como estas se podría incrementar el consumo de GLP en detrimento de otros más contaminantes, para lo cual se necesitan más medidas. Destacó que se puede ampliar la generación en Zonas no Interconectadas, que hoy usan diésel y podrían usar gas licuado de petróleo.
En este sentido dijo que se necesita contar con un Plan de Abastecimiento dedicado solo a este combustible, que permita entender los escenarios para los próximos años, en los que podría haber un déficit de gas natural. Con esto en mente, este combustible podría aportar positivamente, al poder funcionar para abastecer el consumo residencial, industrial y nuevos usos como la generación eléctrica y también el abastecimiento de vehículos e incluso embarcaciones, por medio del NautiGLP.
La entidad de planeación ha venido trabajando en esta materia y se espera que a finales de este año se cuente con un plan completo en esta materia. Martínez dijo que con esto se podría avanzar de forma clara en las inversiones para este sector.
