A pocas horas de la tradicional noche de la alborada en Medellín, las autoridades locales hacen un llamado a la conciencia sobre los efectos nocivos de la pólvora en los animales.
La Alcaldía explicó que los animales, tanto domésticos como silvestres, tienen una capacidad auditiva mucho más aguda que los humanos, lo que los hace más vulnerables a los ruidos fuertes de las explosiones. Por ejemplo, los perros perciben sonidos de hasta 60.000 hertz, mucho más que los 20.000 hertz que los humanos alcanzan.
Este tipo de ruidos puede causarles pánico, desorientación, taquicardia e incluso convulsiones, poniendo en peligro su bienestar. En el caso de las aves, los ruidos fuertes pueden hacer que abandonen sus nidos y pongan en riesgo la supervivencia de sus crías. Además, los gases tóxicos de la pólvora contaminan el medio ambiente y afectan la biodiversidad. La administración distrital hace un llamado a la sensibilización para proteger a los animales durante estas celebraciones.