“El progreso exige víctimas” especialmente cuando es ostentado por quienes promueven el orden, la política y poder económico. El progreso definido como los avances que generan lujos, joyas, autos, tecnología, viajes etc. pero que deshumaniza
Por: Heyner Mancera Rincón |Llega otro 26 de abril y en Barrancabermeja se celebran las fiestas por los 103 años de creación como municipio, pero del otro lado del mundo, en Ucrania (antigua Unión Soviética) se conmemoran 39 años del accidente en la planta nuclear de Chernóbil cerca de la ciudad de Prypiat.
El mundo conoce este evento como la mayor tragedia industrial y ambiental de la historia porque contaminó la mayor parte de Europa con una nube radioactiva y expuso a millones de personas a niveles dañinos de radiación. Las causas van desde aspectos técnicos derivados de un mal diseño del reactor, fallas en un ensayo programado de seguridad, hasta presión política en vísperas de un primero de mayo tan importante para los comunistas de entonces.
La especie humana no estaba preparada para esa tragedia, la radiación no se ve, no tiene olor ni sonido; no existía tecnología que soportara tales niveles de radiación. Los sobrevivientes de Prypiat coinciden en afirmar que, si hubiese iniciado una guerra, sabrían que hacer, pero ante el descomunal desastre de la planta nuclear solo había preguntas.
Hoy el área del accidente es una basta zona de exclusión contaminada, abandonada y custodiada por el ejército ucraniano en tiempos de guerra con Rusia. Por el lugar solo se permite el acceso a personal militar o profesionales con interés científico para el monitoreo ambiental; sin embargo, se sabe de una clase de turistas interesados en visitar este tipo de lugares que se denomina “turismo oscuro”.
Detrás del accidente nuclear subyace una tragedia aún peor. El engaño. Las personas que vivieron aquel terror recuerdan con dolor que, durante los primeros días de la explosión, el gobierno envió un mensaje para tranquilizar a los 50 mil habitantes en Prypiat expresando que solo era un incendio que se podía controlar. Pero el verdadero infierno estaba por empezar. Después vino una cascada de engaños oficiales para trasladar temporalmente a toda la población y promesas de pronto regreso e incertidumbre sobre efectos futuros en la salud de niños y mujeres embarazadas.
Dejaron atrás casas, mascotas, jardines, juegos, toda una vida quedó suspendida en un pueblo fantasma.
“El progreso exige víctimas” especialmente cuando es ostentado por quienes promueven el orden, la política y poder económico. El progreso definido como los avances que generan lujos, joyas, autos, tecnología, viajes etc. pero que deshumaniza. Tragedias como esta dejan profundas enseñanzas para toda la humanidad, que necesita ideales nobles que sobrepasen la soberbia de un mundo que antepone la ambición a la vida misma.
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Mg. Gestión Ambiental
Esp. Química Ambiental
Ing. Biomédico
Secretario de Medio Ambiente y Educación.
Asesor Min Ambiente – Docente Universitario e Instructor SENA
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