El escenario es tan preocupante, que durante la velación de la familia Lora Rincón, individuos fueron intimidados mediante llamadas efectuadas a sus teléfonos móviles.
En Aguachica, Cesar, se registraron las extorsiones después de la masacre que tuvo lugar el 29 de noviembre en Aguachica, que resultó en la muerte del pastor Marlon Lora, su esposa Yorley Rincón y sus hijos Ángela Natalia y Santiago Lora Quintero.
Se reveló que durante la ceremonia de velación y despedida de tres integrantes de la familia Lora Rincón, numerosos miembros de la comunidad religiosa presentes en el acto de despedida, fueron amenazados por medio de Las llamadas se llevaron a cabo al mismo tiempo, solicitando cantidades de dos millones de pesos.
Uno de los individuos impactados, confesó que las llamadas se llevaron a cabo en representación del Clan del Golfo. En las llamadas, advierten que si no abonan el monto requerido, enfrentarán la misma situación que la familia Lora Rincón. “El tema está extremadamente complicado.”
Las bandas delictivas están sacando provecho de la incertidumbre generada en Aguachica tras la masacre, numerosas personas fueron víctimas de amenazas por medio de sus teléfonos móviles.
Este tipo de llamadas fueron recibidas por un conjunto de pastores, esposas e hijos de estos líderes espirituales durante el acto de velación de la familia Lora Rincón. “La mayoría nos vimos forzados a no responder a las llamadas”, explicó una de las personas impactadas.
Las amenazas alcanzan a ciertos oficiales y a vendedores de la zona. Una circunstancia que ya han experimentado en otras oportunidades. No obstante, el efecto actual de este flagelo es particularmente severo en el presente.
Otra persona que recibió llamadas expresó “es una cosa asombrosa. Las autoridades ya habían sugerido mantenernos alerta y tomar acciones adecuadas para prevenir la incertidumbre y el temor.
A pesar de que la teoría de una presunta extorsión continúa ganando relevancia, no se descarta que los sicarios hayan atacado de manera equivocada a la familia, al confundir a Yurlay Rincón y su hija como parientes de un narcotraficante que precisamente este domingo estaba ocultado en la comunidad.
En cambio, se investiga la implicación de un individuo que, en un establecimiento cercano y llevando lo que sería ropa de uso exclusivo de la Policía, se percató del delito y se limitó a observar lo sucedido.
“No es un traje oficial de la Policía, es una copia”, confirmó Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno del Cesar, añadiendo que el supuesto traje solo sería una distracción. Incluso, declaró que se está indagando si el individuo podría ser miembro de la banda responsable.
