En el año 2004, desde hace aproximadamente 20 años la economía de Barrancabermeja como principal polo de desarrollo de la región del Magdalena Medio inició un crecimiento exponencial en varios aspectos, comerciales, industriales, de servicios, manufactura, etc. Sin embargo, este crecimiento si bien fue previsto por los gremios económicos locales, regionales y nacionales, nadie preveía que aproximadamente 11 años después la economía local directamente y la regional indirectamente tendrían un decrecimiento abismal que aún hoy golpea al comercio y al empresariado local.
Por: Jaime Ariza Correa | Hablar de la “no modernización” de la refinería de Barrancabermeja hace parte del pasado en el imaginario colectivo barranqueño, sin embargo, no podemos obviarlo debido a que ésta fue la génesis de la debacle económica mencionada. Para superar este golpe enorme y nunca antes vivido en la ciudad, se trató por varios medios, realizando lobbying, dialogando con personajes de la política nacional, etc., con el fin de generar la denominada “emergencia económica” por parte del Gobierno Nacional de turno, pero como casi todo lo que proviene de Bogotá hacia la ciudad, o son sobras o migajas, o se nos niega cualquier propuesta para el territorio; aquí es donde cabe la dichosa frase “Barrancabermeja, la ciudad que todo lo da y nada recibe”, o también, “Barrancabermeja, la ciudad sin dolientes, sólo liderazgos durmientes”.
El Gobierno Santos negó dicha emergencia, el Gobierno Duque prometió “Modernización por fases”, nada de esto se cristalizó. Luego vino el periodo de Pandemia y además de todas las consecuencias que no dejó, también sabemos que ni el Concejo Municipal, ni la Administración Municipal de turno se dignaron a generar un programa que apoyara, apalancara y/o fortaleciera a los comerciantes y empresarios locales. ¡Qué Vergüenza!
Hoy se respira en la ciudad como buen pueblo resiliente a las adversidades, un aire de esperanza, de optimismo pese a que no hay cartas sobre la mesa que avizoren un futuro económico promisorio, también existe escepticismo, hay quienes dudan de los liderazgos que han asumido cargos de importancia regional e incluso nacional en los cuales no ven una representación real para apalancar proyectos que abran un camino hacia una economía más estable.
De cierto modo podrá sonar fuerte, pero es real que en Barrancabermeja existen “empresas ricas con empresarios pobres”, en la ciudad existen muy buenas empresas, incluso si algunas se lo proponen pueden llegar a posicionarse a nivel nacional e internacional, pueden llegar a exportar, una u otra ya lo ha hecho, pero la diversificación económica si existe en la ciudad, aunque haga falta ampliarla.
En lo que sí hay una ausencia notoria es en un Empresariado con visión, con proyección, con responsabilidad social, que brinde empleos dignos y de calidad, la ciudad carece de este elemento fundamental en una economía fuerte o mínimamente estable en un territorio con tanta riqueza. Sólo un ejemplo, se nos llevaron el Alianza Petrolera, y aunque el tema es muy amplio y hasta de connotaciones políticas, la pregunta es, ¿dónde estaba el empresariado local que podía sacarle provecho a un espectáculo como el Fútbol Profesional Colombiano?, esperaría uno que al menos haya un “mea culpa” en este sentido, y más aún, viendo la organización y el marketing empresarial que diseñaron en Bucaramanga a raíz de la final del Atlético Bucaramanga con Santa Fe, indaguen cuanto movió la economía en la capital santandereana durante esa semana.
Señores comerciantes, empresarios, propietarios, etc., este tema local igual que muchos otros es de corresponsabilidades, aquí nos toca a todos y todas jalonar para el mismo lado, planear, estructurar entre la administración pública local, la empresa privada, las organizaciones no gubernamentales y todo aquel que desee contribuir a renacer Barrancabermeja. ¡No hay tiempo que perder, es ahora!
Si deseamos mayor claridad frente a lo que estamos previendo y exhortando, es necesario tener en cuenta algunos datos para contextualizarnos en materia de economía local. Si bien es cierto que a Barrancabermeja según el DANE la tienen como sexta mejor economía local del país, que la ciudad contribuye en un 24% al valor agregado del Departamento de Santander, que la industria petrolera aporta el 70% a la economía local, pues lamento informarles mis queridos amigos y amigas que existe una realidad oculta con otras cifras que indudablemente deben ir de la mano y es la realidad social.
Es decir, cualquier territorio que le apueste a un desarrollo humano sostenible para el bienestar general de su población debe incorporar parámetros socioeconómicos que permitan orientar las políticas económicas locales; y de acuerdo a lo anterior, según el DNP el índice de Pobreza Multidimensional en la ciudad a 2022 fue de 26,4%, el 34,4% de los adolescentes y niños en la ciudad están situación de pobreza, el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se encuentra en el 11,61%, el nivel de desempleo a 2022 estaba en un 18,6%, también tenemos que Barrancabermeja es la tercera ciudad intermedia en el país con mayor número de desocupados, sólo por encima de ciudades como Tumaco y Buenaventura.
Y si a esto le agregamos que el numero de empresas canceladas en Cámara de Comercio, entre 2020 y 2022, en el sector servicios fue de 755 empresas; en el mismo período en el sector comercio fue de 767 empresas y en el sector industrial fue de 127 empresas, es decir, en esos 3 sectores de la economía se cancelaron 1.649 empresas. Tristemente, la situación refleja aún más una desaceleración silenciosa y letal con cara de crisis económica profunda que está carcomiendo a la ciudad Barrancabermeja.
Podríamos continuar ilustrando con cifras la situación económica de la ciudad, sin embargo, creo que en términos socioeconómicos los datos anteriores son claramente dicientes y lo que se requiere es convocar a un espacio amplio para encausar a la ciudad con una Estrategia de Planificación Económica Territorial -EPET que conduzca hacia el camino de la prosperidad y la paz como intereses superiores de todos los barranqueños y barranqueñas.
“En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”: Albert Einstein.
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*Consultor en planeación participativa local, coordinador de la Red Magdalena Medio en Planeación Participativa.
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