Los sicarios habían esperado, pacientemente, a que Brayan Albeiro Briceño Sotelo, saliera de un establecimiento de reparación de celulares para atacarlo
A Brayan Albeiro Briceño Sotelo, de 21 años, lo asesinaron sobre las 6:40 de la noche del viernes 28 de marzo en el barrio San Francisco, en medio del ambiente festivo en la antesala del partido entre el Atlético Bucaramanga y el cuadro verdolaga.
Fueron 8 disparos los que alcanzaron a ahuyentar a los hinchas y transeúntes que permanecían sobre la calle 10 con carrera 23. Al joven lo vieron desplomarse de su motocicleta, de placa NSF18G, y caer, agonizante, en plena vía. El parrillero que lo acompañaba huyó despavorido, antes de que los asesinos de su amigo decidieran arremeter contra él.
De acuerdo con el reporte de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, los sicarios habían esperado, pacientemente, a que Briceño Sotelo saliera de un establecimiento de reparación de celulares para atacarlo. De hecho, enviaron a un sujeto, minutos antes, a espiarlo.
Cuando Brayan se percató de que alguien lo vigilaba decidió salir y encararlo. Su acto de valentía salió mal y sí favoreció a sus verdugos, quienes sabían cómo actuaría Briceño Sotelo. Esto les permitió emboscarlo y dispararle a menos de un metro de distancia.
El joven quedó a merced de los curiosos hasta que su amigo se devolvió y lo embarcó en un taxi. Sus esfuerzos fueron en vano, cuando llegaron al centro médico, Brayan Briceño ya había muerto.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga, señaló, que una de las hipótesis de este asesinato obedece a rencillas entre bandas de microtráfico, al parecer, el hoy fallecido había sido amenazado de muerte.