Mario Julián Rodríguez García, de 36 años, murió de seis disparos después de un ataque sucedido en el vecindario La Cumbre, en Floridablanca.
Mario Julián Rodríguez García, de 36 años, concluyó su existencia al tomar una cerveza en una tienda situada en la calle 30A con carrera 10E del vecindario La Cumbre, en Floridablanca.
Se trataba de un sicario que ingresó a este local comercial, denominado tienda La Veleña, a las 7:20 p.m. de este jueves 9 de enero, en busca de su propósito.
Según las declaraciones de los testigos, al ver a Mario Julián sentado, este individuo no vaciló en tomar un arma de fuego y dispararla en nueve ocasiones.
Cada disparo resonó no solo en la empresa, sino en toda la tabla. Mujeres, adultos y niños provenientes de comercios próximos buscaban asilo. Cuando el traqueteo paró, el sicario salió rápidamente y se dirigió hasta la esquina, donde su colaborador en una motocicleta lo estaba esperando para escapar con un rumbo desconocido. Rodríguez García quedó tendido de lado, con varios impactos de bala. Una multitud se aproximó al lugar, pero ninguno se atrevió a brindar auxilio al herido ante la angustiosa escena que anticipaba lo más grave.
“Observa los signos vitales, transportémoslo a algún lugar para ver qué se puede hacer”, eran algunas de las declaraciones de los testigos.
Los primeros oficiales de la Policía Metropolitana de Bucaramanga confirmaron la muerte cuando arribaron y confirmaron que Mario Julián ya no mostraba signos de vida.
Posteriormente, los investigadores de la Sijin de la Policía llevaron a cabo una revisión técnica del cuerpo sin vida, además de recolectar entrevistas, seis vainillas de nueve milímetros de arma y el móvil de la víctima.
Rodríguez García fue herido por tres disparos en el tórax, uno en el brazo izquierdo, otro en la espalda y el más reciente en la frente.
Según los familiares de la víctima, los datos que hasta ahora las autoridades han obtenido acerca de los posibles móviles indican que el hoy fallecido habría sufrido algunas amenazas en el pasado. No obstante, todo será investigado.
“Los parientes de la víctima señalan que hace cerca de un año había sufrido amenazas debido a conflictos personales”, comunicó la Policía en su informe.
Además, se descubrió que el individuo de 36 años tenía ocho anotaciones judiciales en el Sistema Penal Oral Acusatorio, Spoa: tres por robo, dos por violencia doméstica, una por amenazas, otra por drogas y la última por daños personales.