Dentro de los próximos días se conmemora una fecha más del día internacional, de la no violencia contra la mujer, denominado 25N.
Por: David Patiño | ¿Estas acciones de rechazo y protesta si generan ese cambio estructural y metódico?, que están expuestas las mujeres y a aquellas que también se autodenominan mujeres a diario en Barrancabermeja.
La violencia silenciosa que sufren las mujeres a diario, algunas un poco más valientes que denuncian a sus agresores ante las autoridades pertinentes, o mediante denuncias públicas.
Pero que tan eficiente es el sistema judicial ante estos hechos repetitivos y constantes, la denuncia es vital para que se logre mitigar este impacto negativo, pero es casi nula esta acción de respuesta positiva por reprimir y mitigar estos hechos.
A la fecha en el puerto petrólero registramos el siguiente saldo de delitos en contra de las mujeres barramejas, 550 denuncias por violencia intrafamiliar, 128 agresiones de tipo sexual, 262 lesiones personales, 279 amenazas, 06 homicidios y 04 feminicidios cifras oficiales de la Policía Nacional de los colombianos a octubre de 2024.
Es de anotar que el año anterior con bombos y platillos en el sector del cristo petrolero, se hizo el lanzamiento de una estrategia operativa liderada por la policía nacional denominada “Patrulla Purpura, la cual hace parte de la EMFAG.
La EMFAG, es la estrategia de atención a Mujer, Familia y Género de la Policía Nacional de Colombia, que mediante la patrulla purpura busca atender los casos de violencia de género, mitigar su impacto, dar celeridad a sus acciones y brindar ese apoyo en seguridad que están siendo expuestas las mujeres día a día.
Pero que tan eficiente es la labor de la patrulla purpura, o no es más que una estrategia visual y de medios, para mitigar el impacto y atención de estos delitos que vienen en crecimiento día a día en Barrancabermeja, juzguen ustedes.
Delitos que evidencian que las mujeres están socialmente expuestas a diario dentro de su labor normal social, como lo es dirigirse a su lugar de trabajo, llegando a su lugar de residencia, trasladándose a estudiar, compartiendo con su círculo social de amigos, desarrollando alguna actividad física o deportiva y movilizándose en transporte informal.
Entre muchas otras son escenarios, lugares y sitios donde ellas se desenvuelven, para hacer parte de esta sociedad actual y contribuir con la economía pujante de este distrito que tanto las necesita, pero se ven expuestas a muchas agresiones y microagresiones visibles o invisibles pero constantes.
Dentro de la pirámide de violencia podemos registrar las siguientes conductas o formas sutiles de ataque contra las mujeres como lo son el lenguaje sexista, humor sexista, conductas de control, invalidaciones en público por su posición política o conducta, además de señalamientos por su forma de vestir y expresiones de tatuaje corporal visibles.
Subiendo dentro de la escala tenemos el chantaje emocional, la humillación, culpabilizar sus actos, desvalorizar y despreciar su labor, ignorar y minimizar sus emociones tanto en privado como en público.
Escalando más el nivel tenemos las que para la sociedad son visibles y algunas con tipología de delito, como lo son el abuso o agresión sexual, el manoseo o caricia malintencionada, la amenaza, la agresión física, psicológica, económica, digital, los insultos y gritos.
Y en la cúspide de la pirámide de violencia de género encontramos el homicidio, el cual se convierte en ese recipiente que absorbe, el cumulo de situaciones menores que se afrontaron con mucha anterioridad, pero que no tuvieron esa atención profesional, consumando un final fatal.
Las autoridades han tratado de poner un alto a estas cifras, pero las circunstancias estructurales hacen que los esfuerzos sean pocos para lograr el objetivo de seguir salvaguardando la vida e integridad de las mujeres.
El poder mitigar estos hechos requiere de una corresponsabilidad integral de instituciones y sociedad, que generen ese equilibrio de tranquilidad y seguridad constantes por eso como hermanos, padres, tíos, sobrinos, abuelos y esposos debemos ser el cambio.
Independiente de nuestro rol social, debemos ser solidarios y empáticos, a la hora de encontrarnos con un caso en particular que vincule la agresión de una mujer, y ponerlo en conocimiento de la autoridad competente, creando esa frecuencia de buenas acciones que sean repetitivas en toda la sociedad reduciendo así, a su más mínima expresión todo tipo de agresiones contra ellas.
Ni una más ni una menos 25n
“Rompe el silencio, cuando seas testigo de la violencia contra las mujeres no te quedes de brazos cruzados. Actúa”- Ban Ki Moon.
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*Asesor en Seguridad y Convivencia Ciudadana, Investigador Privado SVSP, Analista de Inteligencia e Investigación Criminal del Sector Defensa, Politólogo en Formación.
Esta columna encierra el pensamiento del autor, en ningún caso es la posición de Río Grande.