El interés personal como Barranqueño es la motivación de expresar mis opiniones en esta columna. Primero, estoy convencido que como Distrito Especial deberíamos estar, mucho mejor, pero, no lo estamos.
Por Hugo Hernando Bernal Vallejo | Lo segundo, es que me circunscribo a Barrancabermeja, porque Colombia es un gran rompecabezas, compuesto por departamentos y estos, a su vez, se dividen en distritos y municipios; y en nuestro caso, como Distrito Especial, somos la suma de comunas en el sector urbano y corregimientos, en el sector rural.
Mi preocupación y desarrollo no es Colombia como Estado-nación, ni el departamento Estado-región, sino Barrancabermeja-Distrito Especial incluido el sector urbano y rural.
La decepción de gran parte de la ciudadanía, es el sentimiento de abandono por el sistema democrático y la orfandad de representación política, causa del populismo. Para mí, el gran problema que tenemos, es que seguimos atacando los problemas del siglo XXI con esquemas mentales aplicados en la política del siglo XX.
La mayoría de las decisiones están basadas en que el hombre es un lobo para el hombre, de Hobbes. Olvidando, que los seres humanos y las sociedades se han desarrollado regidas por el principio de la cooperación y al altruismo, mucho más que con el conflicto y al egoísmo.
La democracia, entendida como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, funciona sobre sociedades unidas cuyos miembros son participes de las decisiones que los afecte. La eficacia de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, es la garantía; debemos sentirnos parte de una comunidad y orgullosos de pertenecer a ella.
La idiosincrasia personal, que se materializa en la identidad y pertenencia.
Los líderes en Barrancabermeja, requieren entender la naturaleza humana que no se agota en el racionalismo; el reconocimiento de la existencia de las emociones, los sentimientos, la pasión, es la clave. Las buenas acciones se presentan cuando la parte racional controle a la emocional. Y la democracia es el dominio de la razón.
Todos somos Barrancabermeja, los natos y no natos, que habitan el Distrito Especial Portuario, Biodiverso, Industrial y Turístico, y por eso, el primer paso, es que todos los habitantes deben sentirse orgullosos de él.
¿Quién tiene esta labor esencial? La construcción del futuro de Barrancabermeja no se hace hablando de lo “tuyo”, o lo “mío”; el lenguaje que debe implantarse es “nosotros”.
La irracionalidad, y el egoísmo, es lo negativo del ser humano y es eso, lo que el populismo reivindica. El populismo es el medio utilizado para crear miedo en los ciudadanos, no esperanza, por es la forma de debilitar la razón. Este asalto a la razón desconoce las bases de la democracia.
En más de cien años de vida municipal, la política no ha sido capaz de tejer redes entre los ciudadanos para el futuro de Barrancabermeja. Es una obligación de los ciudadanos de bien; solo así, las cosas empezarán a cambiar. Es la única esperanza.
Con crítica a los políticos no se hace nada; A los políticos hay que ayudarles y enseñarles cómo se hace, si realmente sabemos cómo se hace, sino, Barrancabermeja estará en una encrucijada. Un verdadero pensamiento crítico se enseña, para mejorar, no para destruir desde la sociedad, es lo que necesitamos.
La educación es una herramienta poderosa, capaz de transformar la inteligencia y construir sociedades más justas y equitativas. Se debe fomentar la apertura mental en el ciudadano a todo nivel. Esta apertura mental permitirá conocer otras visiones, diferentes perspectivas; cuestionar con fundamento y reconocer los errores.
Una educación que fomente la mentalidad abierta impulsa la curiosidad intelectual y la capacidad de cambiar de opinión ante nuevas evidencias.
Debemos aprender en Barrancabermeja, el dogma incuestionable, que nadie posee una única verdad. Solo así podremos respetar y que nos respeten los derechos humanos, para iniciar a construir entre los habitantes, una sociedad auténticamente democrática.
La pregunta obligada que queda en el tintero, sería:
¿Somos capaces de construir una democracia con unidad y esperanza?
Para lograr lo anterior, necesitamos ponernos la camiseta de Barrancabermeja, pensando en su futuro, superando las diferencias y lograr una armonía con un propósito común, para superar desafíos con convicción y tenacidad.
No puede seguir el discurso en el que dividen a los ciudadanos en Barrancabermeja y que ha sido promovido por muchos. si eres rico o pobre, de izquierda o derecha, que hizo o no hizo. Siempre es más fácil alimentar la política electoral desde el odio, mentira, estigmatización y el resentimiento. Se necesita una política que no busque el bien particular sino el bien común.
Si queremos construir una mejor Barrancabermeja, que construyamos todos, se respeten los derechos humanos, para no seguir caminando a la destrucción, abandonando la oscuridad, ir hacia la verdadera luz, dejar el odio y difundir el amor. Se necesita unidad de pensamiento y unidad de acción.
Isaac Newton reconoce la unidad como una ley universal “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo” y en palabras de la Madre Teresa es un poder “Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”. Mi mamá lo explica en el refrán: “una mano lava la otra y entre las dos lavan la cara”.
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*Abogado, periodista, letrista y gestor cultural.
Esta columna encierra el pensamiento del autor, en ningún caso es la posición de Río Grande.