Las lluvias intensas y continuas en San Vicente de Chucurí desencadenaron una creciente súbita en las quebradas Las Cruces, Laverde y La Seca, afectando a 250 familias en las veredas Maravillas, Cantagallos, Varsovia y San José.
La fuerza del agua arrasó árboles, postes y viviendas, dejando al municipio con calles cubiertas de barro y severos daños en los servicios de agua y electricidad. Las autoridades han activado medidas de emergencia para evitar una tragedia similar a la de 2010, cuando 11 personas fallecieron.
Eduardo Sánchez, director de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, informó sobre el impacto de la creciente, que destruyó cinco viviendas y afectó otras diez. Lamentablemente, se reportó la muerte de Teresa Monsalve Calderón, una adulta mayor cuya casa en la vereda Berlín fue arrasada por la corriente.
Dos personas que habían sido reportadas como desaparecidas fueron localizadas con vida tras la intervención de los equipos de rescate.
En respuesta a la situación, se estableció un Puesto de Mando Unificado (PMU) en el municipio, coordinado por la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, con el apoyo de la Defensa Civil, Ejército, Policía y otras entidades locales.
Las primeras medidas incluyeron la activación del plan de emergencias y de evacuación, el cierre preventivo de la vía en Villa del Río, y la evacuación de los barrios Orocué, Camilo Torres y La Bomba. Además, el Sistema de Alerta Temprana (SAT) mantiene un monitoreo continuo de las condiciones meteorológicas.
Equipos de rescate y asistencia, incluyendo 14 bomberos voluntarios, 17 miembros de la Defensa Civil, 18 del Ejército y 12 de la Policía, han sido desplegados para brindar ayuda y atender las necesidades inmediatas de la comunidad. La atención y el monitoreo en la zona seguirán en curso mientras las lluvias persisten.