Una tragedia golpeó el lunes 4 de agosto al municipio de Caracolí, situado en el Magdalena Medio de Antioquia, cuando se encontraron muertos a dos menores, hermanos de nacionalidad venezolana, tras haberse ahogado en una zona rural de la región.
Las dos víctimas fueron identificadas como Erianny Nellysbet Chirino Molina, de 8 años, y Juan Carlos Ramo Molina, de apenas 6 años.
Según los primeros informes proporcionados por la Alcaldía y el hospital San Pío X, donde se atendió a los niños, el incidente tuvo lugar cerca de la vereda Sardinas, en circunstancias que aún están bajo investigación por parte de las autoridades locales.
“Con profundo pesar, desde la Administración Municipal de Caracolí confirmamos el fallecimiento de los menores Erianny Nellysbet Chirino Molina (8 años) y Juan Carlos Ramos Molina (6 años), tras un lamentable accidente por inmersión ocurrido en la vereda Sardinas”, indicó la Alcaldía en su perfil de Facebook.
“Ambos niños fueron trasladados oportunamente a la red hospitalaria, donde se activaron todos los protocolos médicos. Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados, no fue posible salvar sus vidas. Nos unimos al dolor de sus familias y seres queridos, a quienes extendemos nuestra más sincera solidaridad”, confirmó la Alcaldía de Caracolí.
Según las autoridades locales, los dos niños llegaron al centro de salud alrededor de las 12:30 del mediodía, pero ya habían perdido la vida.
“Los menores llegaron al centro asistencial sin signos vitales, tras un accidente por inmersión en agua. El equipo médico activó de inmediato los protocolos de reanimación avanzada y procedimientos de atención de urgencia. No obstante, pese a los intensos esfuerzos clínicos, fue imposible restablecer sus signos vitales”, indicó un comunicado conjunto emitido por la Alcaldía y el hospital San Pío X.
Las autoridades informaron que las víctimas pertenecían a una familia migrante, y ya se ha establecido un equipo de apoyo psicosocial para ayudar a sus padres y seres queridos durante este trágico momento.
“Desde la Administración, hemos dispuesto atención psicosocial y continuaremos trabajando por la protección y el bienestar de la niñez Caracoliseña. Pedimos a toda la comunidad respeto y sensibilidad frente a este difícil momento”, puntualizó la administración municipal.
Este trágico evento ha causado gran conmoción en la comunidad de Caracolí, que ha recibido en los últimos años a numerosas familias venezolanas en busca de mejores oportunidades.
“Este lamentable suceso enluta a toda la comunidad. Reiteramos el llamado al cuidado, la prevención y la vigilancia permanente, especialmente en zonas rurales donde existen cuerpos de agua. Invitamos a la ciudadanía a actuar con respeto y sensibilidad frente al dolor ajeno, evitando la circulación de información no verificada o imágenes que puedan afectar el proceso de duelo de la familia”, expresó la administración municipal.
Aunque todavía se están aclarando los pormenores del suceso, se ha confirmado que sucedió cerca de un arroyo en una área rural, donde los menores estaban jugando sin la supervisión de nadie adulto.
La vereda Sardinas, al igual que muchas otras localidades del Magdalena Medio, tiene ríos y pozas naturales que, aunque son parte del entorno cotidiano de la comunidad, también suponen un riesgo alto, especialmente para los niños.
Equipos de salvamento y la Policía local están reuniendo información adicional para esclarecer de manera más precisa cómo sucedieron los eventos y si hubo posibilidad de una intervención a tiempo que pudiera haber prevenido la tragedia.
Este triste incidente reitera la necesidad urgente de mejorar las estrategias de prevención de accidentes por inmersión en áreas rurales del país, sobre todo en zonas donde los niños suelen estar en contacto directo con cuerpos de agua sin protecciones ni vigilancia continua.
