Paula Carmenza López, reconocida gestora cultural y directora de contenidos de la Casa del Libro Total en Barrancabermeja, se despide de la ciudad para asumir un nuevo reto en Armenia, Quindío, donde se abrirá una nueva sede de la institución. Su salida marca el cierre de una etapa significativa en el ámbito cultural del Distrito.
López llegó a Barrancabermeja como trabajadora social del sector petrolero, pero rápidamente orientó su labor hacia la promoción de la lectura, la gestión cultural y el fortalecimiento del teatro comunitario.
Fue creadora del Plan Lector de la Universidad de la Paz (UNIPAZ) y lideró el proyecto AverTeatro, en compañía del actor y director Samuel Lazcano Monsalve. Desde allí promovió el arte escénico local mediante concursos como La Gallera Teatral y festivales regionales.
Recuperación de espacios históricos
Entre sus gestiones más destacadas figura la recuperación del Auditorio Fermín Amaya, en la sede de la Unión Sindical Obrera (USO), entre 2021 y 2023. Este auditorio, construido en 1941 por la Tropical Oil Company, fue reacondicionado bajo su liderazgo para acoger obras teatrales de Barrancabermeja y otras regiones del país, convirtiéndose en un espacio clave para la circulación del arte escénico en su momento, aunque ya no lo es.
Teatro con proyección nacional
Uno de los hitos más importantes de su labor fue la presentación de la obra “Días de abril en la ciudad roja” en el Teatro La Candelaria de Bogotá, en octubre de 2023.
Con un elenco intergeneracional de más de 20 actores, la obra abordó los hechos históricos del 9 de abril en Barrancabermeja. La investigación dramatúrgica también fue dirigida por López.
Defensa de la autonomía cultural
Durante su permanencia en la Casa del Libro Total, López mantuvo una postura firme frente a la independencia de los espacios culturales, negándose a permitir su uso con fines proselitistas.
Esta posición le generó tensiones con actores políticos locales y, según diversas fuentes, impidió que su trabajo fuera reconocido oficialmente por el Distrito, a pesar del respaldo expresado por escritores, periodistas, artistas e historiadores de la ciudad.
Su traslado a Armenia supone una pérdida para el escenario cultural de Barrancabermeja, donde su liderazgo dejó huella en la formación de públicos, la promoción de la lectura y el fortalecimiento del teatro como herramienta de memoria y expresión colectiva.