Un estudio de la Fundación ANDI basado en 504 empresas afiliadas documenta la mayor cifra histórica de intervención voluntaria. Educación, medio ambiente, ayuda humanitaria y programas de inclusión fueron los principales focos de acción.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) y su fundación publicaron los resultados de la quinta edición del estudio sobre Inversión Social Empresarial, en el que participaron 504 empresas afiliadas. El informe reveló que, durante 2023, estas compañías destinaron de manera voluntaria $5,8 billones a programas de inversión social, convirtiéndose en la cifra más alta registrada desde que se iniciaron estas mediciones en 2015.
Esta investigación, que se llevó a cabo entre junio de 2024 y enero de 2025, fue desarrollada por Cifras & Conceptos y se centró en medir la capacidad de gestión social de las empresas a través de encuestas telefónicas y autoadministradas. El estudio cubre 12 seccionales de la ANDI, con alcance en 31 de los 32 departamentos del país.
En un primer momento, el estudio clasifica la inversión social empresarial en tres grandes enfoques: filantropía estratégica, gestión de impactos del negocio y desarrollo de negocios de alto impacto social. Además, informa que el 61 % de las empresas reportó programas dirigidos a empleados y sus familias, mientras que un 52 % afirmó tener iniciativas en diversidad, equidad e inclusión. El voluntariado corporativo también tuvo una presencia destacada, con acciones en el 44 % de las empresas consultadas.
Con relación a las áreas más abordadas por las iniciativas empresariales, la encuesta detalla que las importantes o significativas fueron la educación, la ayuda humanitaria, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. En ese sentido, el estudio muestra un aumento de 15 puntos porcentuales en educación respecto a la medición anterior (2021), así como incrementos en arte, cultura y deporte.
Otro aspecto importante es que, el 74 % de las empresas participantes señaló que las acciones sociales están alineadas con su operación principal y la gestión de alianzas para implementar los programas. Entre los aliados más frecuentes se encuentran organizaciones no gubernamentales (60 %), gobiernos locales (34 %) y otras empresas del mismo sector o territorio.
Finalmente, en lo que respecta a las poblaciones beneficiadas, las empresas centraron sus programas en comunidades, trabajadores, clientes, gobiernos locales y proveedores. La población en condición de vulnerabilidad también fue priorizada: 63 % de las empresas reportó estrategias de inclusión, principalmente a través del empleo directo, compras a emprendimientos sociales y encadenamientos productivos rurales.
APN Noticias