Esta es la historia de cuatro personas que, por iniciativa propia, se dedican a tapar los huecos en las vías de Bucaramanga. Aseguran que el deterioro de la capa asfáltica ha sido la causa de numerosos accidentes
En medio de los ‘cráteres’ que han aparecido en el pavimento de Bucaramanga y que, al parecer, se multiplican cada día, varios ciudadanos tomaron la iniciativa de liderar una campaña para resellarlos. Y lo hacen, como ellos mismos dicen, ‘parche a parche’.
El cuarteto se hace llamar el ‘Club de los Tapa Huecos’ y su propósito es reparar los baches que ponen en riesgo la seguridad de conductores y peatones.
No en vano, el 80 % de la capa asfáltica de Bucaramanga ya cumplió su tiempo de vida útil y, además, la accidentalidad ha aumentado en los últimos años precisamente debido al pésimo estado de las vías.
La iniciativa nació de la frustración compartida de los cuatro ciudadanos, entre ellos Diego Alexánder Manrique, quien, tras sufrir un accidente en su motocicleta al caer en un hueco no señalizado, decidió que era momento de actuar.
Junto a los otros tres voluntarios, que han pasado por experiencias similares, comenzó a organizarse para resellar las vías con materiales como arena, cemento y triturado.
“Nos cansamos de esperar soluciones que nunca llegan. Decidimos hacer algo por nuestra propia seguridad y la de los demás”, comenta Manrique mientras mezcla cemento con sus propias manos en una esquina.
Con el lema “Tapa huecos que salvan vidas”, este grupo ha logrado captar la atención de la gente. No solo han evitado más accidentes, sino que también han motivado a otros ciudadanos a unirse a la causa. A través de redes sociales, los habitantes de la ciudad reportan los baches más peligrosos y, en la medida de sus posibilidades, los ‘Tapa Huecos’ se desplazan para intervenir, a cambio de una moneda.
Ellos aseguran que han tapado 157 ‘cráteres’ desde noviembre pasado, cuando emprendieron esta titánica labor. Según afirman, la meta es resellar al menos 500 huecos.
No todo ha sido fácil. A pesar del apoyo ciudadano, han enfrentado críticas y obstáculos oficiales. “Algunos dicen que esto es trabajo de la administración, que no deberíamos hacerlo. Pero si no lo hacemos nosotros, ¿Quién lo hará?”, cuestiona Manrique.
Mientras el grupo continúa con su labor, la iniciativa plantea una reflexión profunda sobre la falta de mantenimiento vial y el rol de la ciudadanía en la solución de problemas urbanos.
Con cada hueco que resellan, los ‘Tapa Huecos’ no solo reparan el asfalto, sino que también restauran la confianza en el poder de la acción colectiva.