El precipicio cercano al aeropuerto Palonegro será intervenido en búsqueda de los restos de entre 23 y 63 personas desparecidas
Tres décadas de ausencias, sumidas en el silencio perpetuo de la impunidad, hasta ahora. Un vacío jamás colmado por el olvido, porque la ausencia se vuelve infinita. Después de 29 años, ahítos de dolor, un acuerdo firmado en La Habana, que también parecía olvidado, fue impulsado por decenas de familiares que no cesaban de preguntarle al mundo por los suyos, extraviados incluso después de muertos.
Así, la Unidad Nacional de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas -UBPD- asumió la fase de exploración en la oquedad de los abismos cercanos al aeropuerto Palonegro de Bucaramanga. Junto a científicos forenses, antropólogos y especialistas, iniciaron la búsqueda de los restos de quienes fueron lanzados allí por grupos armados ilegales, organizaciones criminales e, incluso, agentes del Estado.
El retorno anhelado se convirtió en desesperanza y, luego, en una búsqueda incesante de los restos de quienes, con certeza, han muerto, asesinados de manera infame.
De tanto indagar por aquellos desaparecidos, muchas familias se unieron a Asfades y otras asociaciones para no permitir el olvido. Entre ellas está “Los Guardianes de la Memoria”.