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¿Permitirán a los carros particulares el acceso al carril exclusivo de Metrolínea?

Ciudadanos le solicitan a las autoridades que les permitan usar el carril exclusivo que le fue asignado a Metrolínea

Mientras por la vía exclusiva del Metrolínea circulan a diario unos pocos buses del Sitm, los cuales pasan con frecuencias prolongadas, por los otros carriles de la autopista se movilizan decenas de miles de vehículos, especialmente en ‘horas pico’.

A partir del próximo jueves, 27 de febrero, Metrolínea se quedará sin la flota de buses verdes que dispuso para movilizar diariamente a miles de viajeros en Bucaramanga, Floridablanca y Piedecuesta. La incertidumbre crece y embarga a miles de usuarios del Sistema Masivo. Otros se preguntan, ¿si salen estos buses, se podrá utilizar este carril exclusivo?

Cabe recordar que este miércoles 26 de febrero se termina el contrato entre Metrolínea y Metrocinco Plus, el único operador de vehículos que le quedaba al ente gestor.

“Ese carril exclusivo del Sitm está subutilizado. Nos deberían permitir a nosotros, los conductores particulares, usarlo al menos en las horas más complicadas, con el fin de aprovechar mejor las pocas vías existentes en Bucaramanga”, dijo José Alfredo Moreno, quien se moviliza por la autopista de norte a sur y viceversa.

Ni siquiera la medida que tomó la Dirección de Tránsito, en abril de 2023, de habilitar el carril exclusivo del Sitm, entre el puente de Provenza y la carrera 15 con avenida Quebradaseca para buses convencionales y taxis, ha servido para desembotellar la autopista, considerada la ‘espina dorsal’ de la movilidad en el área metropolitana.

Si se permitiera el paso de carros particulares por el carril exclusivo del Sitm, la descongestión vehicular disminuiría al menos en un 30 %, sobre todo durante las denominadas ‘horas pico’.

Prácticamente la única vía de acceso a la meseta, desde el sur, es el viaducto ‘García Cadena’ y durante horas de alto flujo vehicular se torna más crítica la movilidad; por no decir que es imposible.

En reiterados escenarios voceros de Metrolínea argumentan que “los sistemas de transporte masivo en Colombia utilizan carriles exclusivos para agilizar el flujo de vehículos y mejorar la eficiencia del transporte público; esta es la finalidad por reglamentación”.

Por su parte, la Ley 105 de 1993 consagra los principios del transporte publico, en cuyo numeral 1 incluye “el del acceso al transporte”, dentro de cuyas diversas “implicaciones” señala la del literal c) de ese numeral, consistente en que “las autoridades competentes diseñen y ejecuten políticas dirigidas a fomentar el uso de los medios de transporte, racionalizando los equipos apropiados de acuerdo con la demanda y propendiendo por el uso de medios de transporte masivo”.

De igual forma, el artículo 3 de la Ley 336 de 1996 define que se le debe dar prioridad a la utilización de medios de transporte masivo; mientras que el artículo 5 de la misma le da carácter de servicio público esencial a dicho servicio y le atribuye la consecuente prelación del “interés general sobre el particular”.

El carril del Metrolínea tiene un carácter diferenciador de los demás medios de transporte y es, de manera precisa, la exclusividad en la movilidad.

Las ventajas que esto podría tener son:

1. Descongestión: No cabe duda que permitir el paso de carros particulares sobre el carril exclusivo del Sitm, al menos durante las ‘horas pico’, aliviaría la movilidad del área metropolitana.

2. Mejoraría las ventas del comercio formal: En zonas como la carrera 15, este carril permanece relativamente solo y, por eso, algunos comerciantes formales han denunciado bajas en sus ventas. Si se autoriza el paso de carros particulares y de motocicletas, se les “reactivarían sus negocios”; eso dicen ellos.

3. Podría combatir la ‘piratería’: Hay personas usan el transporte informal para esquivar trancones. Al liberarse el carril, fluiría mejor el transporte y se frenaría el ‘mototaxismo’.

Mientras que las desventajas serian:

1. Afectaría al Sitm: La medida les pondría freno a los desplazamientos del Metrolínea y, al menos en el papel, afectaría los tiempos de viaje para los pasajeros.

2. El corredor podría colapsar: Se pueden presentar afectaciones de seguridad vial en tal corredor, que se presentarían debido a la interacción y maniobras que realicen los vehículos de diferentes modalidades.

3. Habría daño fiscal: Si los alcaldes del área insisten en levantar la restricción irían en contracorriente de las obligaciones adquiridas en el Convenio de Cofinanciación del Proyecto firmado con la Nación, en agosto de 2005, toda vez que violaría el compromiso adquirido por el municipio para garantizar la exclusividad del carril para Metrolínea.

Ante el tema también salieron opiniones de la comunidad de conductores en el área:

Carlos Julio Velásquez, motociclista: “Es la mejor medida que pueden tomar las autoridades. Liberar ese carril nos sacaría del atolladero en el que andamos todos los días. ¡No más prelación para los fracasados buses del Metrolínea!”.

Luis Ernesto Cacua, taxista: “Sería chévere que una vía subutilizada, como la que le dejaron al Metrolínea, fuera despejada para todos los conductores. Bucaramanga no aguanta más trancones y se necesita recuperar ese carril”.

Andrés Duarte, conductor: “Es buena la idea, porque mejoraría la movilidad. Tal vez sería clave ponerla sólo para el servicio público, entiéndase buses y taxis. Todo lo que sirva para acabar la congestión será bienvenido”.

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