Los economistas jefes del Foro Económico Mundial predicen un empeoramiento mundial en 2025 con Estados Unidos como gran excepción
Su pesimista informe ha sido publicado en vísperas de la reunión anual del Foro en Davos como comienza este domingo en la localidad suiza.
La mayoría de los chief economists (56%) espera que la economía mundial mundial se debilite durante este año frente a apenas el 17% que prevé una mejora. El panorama presenta “importantes divergencias regionales”, porque se espera que “la economía estadounidense registre un robusto crecimiento en 2025, y también el sur de Asia, en particular la India”. Ahora son el 44% de los economistas los que prevén una notable mejora de la economía de EEUU, cuando eran el 15% el pasado mes de agosto antes de las elecciones a la Casa Blanca.
En contraste, “las perspectivas de Europa siguen siendo sombrías, con un 74% de los economistas encuestados que prevé un crecimiento débil o muy débil este año”. Europa se sitúa como “la región mundial más débil en las previsiones por tercer año consecutivo”. La economía española aún destaca en el informe del Foro, que subraya que, el pasado año, según Eurostat, creció a ritmos del 3,4%, frente al 1,2% de Francia, el 0,4% de Italia o la recesión alemana, pero el hecho de que el mercado europeo apunte a un estancamiento en 2025 no favorece las perspectivas de la cuarta economía del euro.
También la previsión para la economía china continúa siendo “débil” por baja demanda y empeoramiento de la productividad. Participan en la encuesta más de 50 economistas de las principales institucionales y multinacionales del mundo.
“Las últimas Perspectivas de los Economistas Jefe revelan una economía mundial sometida a considerables tensiones”, declara en el comunicado Aengus Collins, Director de Crecimiento Económico y Transformación del Foro Económico Mundial, que preside Borge Brende. “Las perspectivas de crecimiento son las más débiles en décadas y los acontecimientos políticos tanto nacionales como internacionales ponen de relieve lo controvertida que se ha vuelto la política económica. En este entorno, fomentar un espíritu de colaboración requerirá más compromiso y creatividad que nunca”.
La buena noticia es que “la inflación mundial está disminuyendo, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una media anual del 4,3% en 2025, frente al desde el 5,8% de 2024”.
Sin embargo, el informe aconseja no bajar la guardia, porque la inflación continúa elevada en las economías avanzadas y emergentes y podría repuntar por el crecimiento de la locomotora estadounidense. Al inicio del segundo mandato de Donald Trump, los economistas apuestan que su política tendrá “un impacto significativo en la economía mundial en los próximos años”, aunque la mayoría (61%) cree que será más a largo plazo que a corto.
Atribuyen a Trump “cambios significativos en materia de comercio, migración desregulación, política fiscal, política industrial y política exterior”. También una gran mayoría (más del 90%) espera que aumente la inflación y la deuda pública y, en paralelo, «las ganancias bursátiles».
La globalización sufrirá un nuevo revés, porque la mayoría espera que se incrementen “las barreras a la movilidad laboral y a la transferencia tecnología y de datos”.
La fragmentación geopolítica implicará “un probable aumento de los costes para consumidores y las empresas” y un retroceso en la colaboración en el cambio climático.
La respuesta de las multinacionales será, según los encuestados, cambios en sus estructuras y en sus cadenas de suministro.
Los economistas jefes dan por segura «una intensificación de la dinámica de guerra comercial en los próximos años, tanto entre Estados Unidos y China como en general», pero que no tendrá un efecto aún a corto plazo. Se espera este año que los intercambios comerciales sigan al alza, aunque en los próximos años el proteccionismo creciente marcará “cambios duraderos” en las relaciones comerciales mundiales.
Sufrirá más, en su opinión. el comercio de bienes que el de servicios, lo que favorecerá a las economías avanzadas.
Economía española sin demanda externa
Los augurios del informe de Davos se ven complementados por las nuevas previsiones del reconocido servicio de estudios Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Prevé un crecimiento en 2025 de, 2,4%, pero con la sombra de que tendrá que fiar la mejora a la demanda interna y no la externa por el empeoramiento del entorno internacional. “El crecimiento será menos equilibrado que en 2024, ya que procederá por completo de la demanda interna, por el consumo público y por el privado, con una aportación de 2,6 puntos, mientras que el sector externo restará dos décimas”, señala un comunicado de Funcas.
“El estancamiento de las exportaciones de bienes es, junto a la debilidad de la inversión privada, un hándicap a vigilar para la economía española” En su opinión, “el impacto de la depreciación del euro frente al dólar en términos de IPC será desfavorable, con una subida del 2,2% este año, más que en la anterior previsión”.
En cuanto al empleo, prevé una cierta desaceleración y con tasa de desempleo aún por encima de los dos dígitos. “Este año se crearán 370.000 empleos netos y la tasa de paro descenderá hasta el 10,7% al cierre del ejercicio”.
En cuanto a las cuentas públicas, no prevé apenas avance. “El déficit público bajará hasta el 3,1% en 2024, nivel cercano al límite [pero por encima]que marca la normativa europea y este año hasta el 2,9%, gracias al factor cíclico”. El problema es que “a políticas constantes, el déficit estructural se mantiene prácticamente sin cambios mientras que la deuda supera todavía el 100% del PIB, dejando poco margen de maniobra ante futuros shocks”.