El número total de individuos heridos por pólvora solo redujo un caso en comparación con la temporada del año anterior. Las cifras resultan alarmantes.
Durante el periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2024 y el 11 de enero de este año, cuando el Ministerio de Salud implementó la Supervisión Intensificada de lesiones por pólvora, en Santander se incendiaron 54 individuos utilizando instrumentos pirotécnicos.
En comparación con el mismo lapso de 2023-2024, en el presente se registró una persona menos quemada, lo que implica una reducción del porcentaje de casos del -1,8 %. No obstante, el número que sí se incrementó fue el de individuos que se hallaban en estado de ebriedad. De los 54 heridos, 18 fueron quemados debido a los efectos del alcohol y un niño que estaba en compañía de un individuo que estaba intoxicado, también fue quemado.
Los datos oficiales indican que los días más frecuentes de quemaduras en Santander fueron el 1 de enero de este año con 15 incidentes y el 7 de diciembre del año previo con 11 casos de heridos.
Bucaramanga se clasificó como la ciudad con más individuos quemados, registrando un total de 13 casos. Barrancabermeja fue la siguiente con siete incidentes, Piedecuesta con siete heridos, Floridablanca con seis y San Gil con cinco incendios. El número de menores quemados fue de 20 y sobrepasó al periodo previo donde 18 niños, niñas y adolescentes perdieron la vida debido a la pólvora.
Lo más alarmante de estos datos es que un niño en Barrancabermeja murió después de consumir pólvora y una niña, igualmente del Distrito Petrolero, fue internada por consumir fósforo blanco.
En una de estas situaciones, una menor de dos años de Bucaramanga sufrió quemaduras debido a un volador que entró en el hogar y explotó a la altura de su estómago. Los objetos que más incendiaron a los santandereanos durante las festividades de diciembre y enero fueron los totes, con 21 incidentes, y los voladores, con 14 quemados.
