El aparcamiento ilegal de numerosos vehículos a lo largo de la calle 61 impacta la movilidad en esta vía frecuentemente transitada de Bucaramanga. Además de causar traumas en la conducción de vehículos, los peatones también sufren daños por los desplomes.
Aunque tiene dos carriles en cada dirección de la vía, la circulación de vehículos en la calle 61 de Bucaramanga prácticamente se limita a un solo carril en numerosos segmentos del camino, debido al continuo desorden que provocan los conductores que estacionan de manera inapropiada en el lugar público.
Todos los días, los andenes y la vía vehicular se encuentran ocupados por vehículos que violan las regulaciones de tránsito, a pesar de que en ese corredor se encuentran numerosas y evidentes señales de prohibido aparcamiento.
Al ignorarlas, numerosos conductores estacionan sus vehículos y motocicletas en la vía pública, mientras se dirigen a efectuar compras en los variados locales comerciales presentes en esta región de Bucaramanga.
Con el transcurso del tiempo, en este sector se han establecido múltiples empresas que comercializan materiales de construcción, cerámicas, mobiliario para baños y cocinas, maderas, elementos y utensilios para redes de electricidad, vidrios, así como piezas y recambios para vehículos.
Este crecimiento comercial de la región generó un serio problema en términos de movilidad: numerosos compradores que estacionan de manera incorrecta sus coches en la calle 61 disminuyen el espacio para el tránsito de vehículos y bloquean rutas diseñadas únicamente para el desplazamiento de peatones.
Los conductores y peatones que circulan por esta vía hacen llamados frecuentes a las autoridades y denuncian la ocupación continua del espacio público, a pesar de las tareas llevadas a cabo por la Dirección de Tránsito de Bucaramanga.
A menudo, esta autoridad ha intentado recuperar la movilidad en la calle 61. La campaña más reciente tuvo lugar en noviembre del año anterior. Agentes y reguladores de la circulación realizaron operaciones en la zona, con el objetivo de concienciar a los conductores y alertarlos sobre las penalizaciones que podrían enfrentar. Sin embargo, ante las peticiones de la comunidad en esta semana, Vanguardia volvió a recorrer esta vía y demostró que el desorden persiste, y que en toda esta ruta se necesita un auténtico plan de intervención para solucionar este problema.
Como parte de la solución se ha propuesto la creación de bahías de aparcamiento en rutas vecinas, así como la creación de aparcamientos públicos en la zona. Sin embargo, hasta ahora estas iniciativas no han logrado prosperar. Entre tanto, este desorden sigue afectando la circulación de la conocida calle 61.