Cuando Migración Colombia confirmó que Fabio Ochoa Vásquez no tenía ninguna petición pendiente de la justicia y que podía ser liberado, Ochoa proporcionó una declaración a los medios que le estaban aguardando en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá.
A Ochoa, ex miembro del Cartel de Medellín, se le cuestionó acerca de si asumiría la dirección de paz del programa que promueve el Gobierno de Gustavo Petro, respondió que “no he considerado eso”. “Soy un tipo de paz, pero no he reflexionado sobre ello”.
En relación a sus crímenes anteriores, al ser cuestionado por los periodistas, expresó que: “No me arrepiento de lo que he hecho ya que este caso me fue montado.” “En ocasiones anteriores, me sometí a la justicia, pero en este caso me lo montaron”.
En octubre de 1999, Fabio Ochoa fue apresado durante la memorable Operación Milenio. En 2001, el Gobierno concedió su extradición a Estados Unidos y en 2003, la corte de ese país dictó su sentencia al extraficante de droga. Y ahora, tras cumplir su condena, volverá al país y estará bajo un estricto seguimiento por las autoridades. El recién liberado afirmó que continuará residiendo en Medellín junto a su familia, además de que la protección que recibirá será privada y no de la Policía. Se trasladó a la capital de Antioquia durante la noche del lunes.
Fabio pertenece a la familia Ochoa, que edificó todo un imperio debido al tráfico de drogas liderado por Pablo Escobar. Se les imputó el tráfico de cientos de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos y diversos países a nivel global.