El 6 de diciembre, tres reclusas del centro penitenciario de mediana seguridad para mujeres llegaron al parque de Los Niños de Bucaramanga, como parte del programa “Una Segunda Oportunidad”.
Su misión: embellecer este icónico espacio público, Gloria Rivera oriunda de Barrancabermeja y privada de la libertad desde hace cinco años, fue una de las seleccionadas. Armadas con guantes, gorra, gafas, rodillo y pintura, trabajó en la restauración de un muro vandalizado. Junto a ella, Hilda Carreño, de Cimitarra, quien nunca había visitado el parque, disfrutó su primer vistazo a este lugar.
El programa busca integrar a las Personas Privadas de la Libertad en tareas de limpieza y restauración de espacios públicos, transformando no solo los lugares, sino también sus vidas, y ayudándolas a reconectar con su comunidad.