Durante la celebración de la batalla del Pienta, varios alcaldes llamaron la atención del Gobierno Nacional para que envíen recursos que permitan mejorar la malla vial y los puestos de salud.
Durante la conmemoración de la Batalla del Pienta en el municipio de Charalá, varios alcaldes de la región expresaron su profunda insatisfacción con el Gobierno Nacional debido a la insuficiencia de recursos destinados a obras de infraestructura vial y el mejoramiento de centros de salud. En un evento marcado por la celebración histórica, la voz de los mandatarios locales resonó con fuerza al denunciar un abandono estatal.
“Podemos venir y hacer unos actos protocolarios muy hermosos, pero si nosotros no tenemos la capacidad de gestión y ejecución, los pueblos van a seguir marcados por esa triste historia de poner vidas, de poner personas que se sacrifican por la libertad, pero que no lo hemos representado en obras para nuestros territorios”, indicó Sergio Chacón, alcalde del municipio de Ocamonte.
En presencia de los delegados del presidente Gustavo Petro, los alcaldes no dudaron en alzar sus voces para reclamar la falta de inversión en sus municipios.
La problemática de infraestructura vial y de salud en estas localidades no es nueva. Los alcaldes señalaron que, a pesar de los múltiples compromisos y promesas realizadas, las comunidades continúan enfrentando carencias significativas que afectan su calidad de vida.
“Nuestro hospital tiene más de 100 años, ya no cumple con la infraestructura, con las normas de habilitación. El año pasado hubo un vendaval y colapsó el techo. En nombre de toda la región, necesitamos un nuevo hospital”, advirtió Gloria Orduz, gerente del hospital del municipio de Charalá.
La manifestación de descontento de los alcaldes durante la Batalla del Pienta refleja una creciente frustración en las regiones rurales del país, que exigen ser escuchadas y atendidas. Los mandatarios locales instaron al presidente Gustavo Petro a tomar acciones concretas y urgentes para resolver esta situación. “No podemos seguir siendo invisibles para el Estado,” concluyeron.